Teruel me volvió a enamorar. Aprovechando estos días en los que parece que estamos volviendo a la esencia comparto con vosotros lo que me hizo sentir mi último viaje en familia.
Decidimos pasar un fin de semana en la zona del Maestrazgo, juntarnos todos, pasar un par de días de vino, risas, buena comida y mejor compañía. Para mi juntarme con la familia de Daniel está siendo un regalazo que la vida me ha puesto delante y estoy dispuesta a disfrutarlo.
Lo primero que hicimos fue ir a Foz Calanda, a ver a mi Manuela y su obrador de El Ababol ella le da sentido en ocasiones a la frase Teruel Existe, ella desde su pequeño pueblo manda su trabajo a toda España, sus mermeladas como muchas veces digo son magia pura.
Llegamos a su obrador y ya nos puso a «cocinar» Gaby pudo hacer mermelada con sus manitas. Poder hablar con ella, abrazarla y que me cuente cómo cada días hace a mano todas y cada una de sus mermeladas es un regalo. Sólo por ese rato ya mereció l apena el viaje pero so cuento porque no quedó aquí…
Escogimos para dormir una casa en Aguaviva, podéis verla aquí me quedé enamorada. Dos plantas, una cocina enorme, tres habitaciones. Si vais a visitar Teruel no sólo es recomendable este alojamiento, es que la zona es muy muy chula.
Una casa acogedora, tiene una cocina muy completa y una terraza genial en la que pudimos desayunar al solete aún siendo invierno todavía. Está muy resguardada.
Teruel es tierra de vino.
Por la tarde nos fuimos a seguir disfrutando de todo lo que Teruel nos ofrecía. Nos fuimos a ver la bodega Tierra Maestrazgo.
Hablar de la bodega Tierramaestrazgo es hablar de Antonio. Le conocí a través de Manuela. Una mañana vino a Zaragoza a hacer gestiones y le dije, te invito a la mejor tortilla de Zaragoza, y dijo, si quiero! A los 5 minutos de conocernos ya me di cuenta de que había surgido el flechazo. Ese flechazo de saber que hay más personas que piensan, sienten y se expresan como tú. Antonio es puro amor por su tierra, su familia y su vino, y a mi eso me vale para enamorarme de un producto.
Antonio nos hablo de su historia, su finca y sus tesoros, los vino que elabora. Te prepara además una cata que es otro nivel. Maridajes con Mermeladas de Manuela, jamón, aceitunas, lomo, quesos, un lujo!
Los vinos que tuvimos la oportunidad de probar fueron un recorrido desde un blanco de garnacha que personalmente entra en lista de mis blancos favoritos, hasta un rosado con barrica que me sorprendió muchísimo, pasando por supuesto por un rosado y un tinto que también son dignos de mención. Vinos con personalidad, que no te dejan indiferente, y como me gusta decir muchas veces, vinos que no son sólo un vino. Teruel, que para mi no era tierra de vino me ha dado una lección.
Un fin de semana para repetir en el que me quedó pendiente un buen puñado de cosas. Fijo como objetivo Mirambel por mi pasión por la película Tierra y Libertad. Volveremos a Teruel.